La Ryder se queda en Europa

A los que nos gusta el golf y hemos tenido la ocasión de vivir estos días de Ryder la hemos disfrutado con la mayor intensidad, fundamentalmente porque los jugadores que la disputaban eran los “nuestros” los europeos y si en alguna ocasión nos hemos sentido más europeos ha sido en estos días.

En curioso que un equipo formado por 12 jugadores de los cuales 5 eran ingleses, (Inglaterra no es un país muy querido en España y menos ahora por el Brexit), 1 Irlandés, 2 suecos, 1 italiano, 2 españoles y 1 danés, con un capitán de esta misma nacionalidad, nos ha hecho vibrar y despertar un sentimiento de unión entre los países del viejo continente.

Ver y sentir que Iam Poulter es uno de los nuestros, como Molinari, incluso que el frio Henrik Stenson también lo es, es muy grande. Es cierto que disfrutamos más las victorias de Sergio García o de Jon Rahm pero esta semana no teníamos en París a sólo 2 jugadores, eran 12 y a todos los animamos.

Y que me decís del público francés, que sin tener ni un sólo jugador de su país, empujo al equipo, y de qué manera, los 3 días de Ryder. Ver la comunión de los jugadores con ese público ha sido otra de las mayores satisfacciones que nos ha dado esta Ryder.

En una época de localismos experimentar esta unión nos enaltece, tenemos muchas cosas que nos unen y la Ryder, ha quedado demostrado, es una de ellas. Extendamos este sentimiento a otras cuestiones seguro que más importantes.

Frase lapidaria. Todo el mundo tiene memoria fotográfica sólo que algunos andamos sin película.