LA ASOCIACION RUTA DO VIÑO CERRÓ LA TEMPORADA 2016 EN LUGO

cron6Efectivamente, nuestra Asociación cerró el presente año jugando en Lugo. Hacía mucho tiempo que le teníamos ganas a este campo. Hablar de Lugo a cualquier jugador es provocarle que ensalce las múltiples cualidades que tiene este campo, situación, diseño, dificultad,  mimetismo con el entorno y un largo etcétera, pero es precisamente su enclave lo que más nos atrae a todos. El curso de los ríos, su cierre de losas, sus carballos majestuosos, sus molinos, en fin una serie de elementos que hacen de este campo que sea distinto y por lo tanto muy apreciado por los que tenemos la oportunidad de distrutarlo.

Hecho de menos la ubicación de la vaca que te saludaba siempre que llegabas al campo. La han situado más atrás y ya no es lo mismo. La vaca era la portera, la recepcionista, la anfitriona, ahora, en su nueva ubicación es un anuncio de leche Río.

Y puestos a mejorar tampoco le vendría mal tener una centralilla automática. Conectar con Lugo no es nada fácil aunque, por ese motivo, no quedó nadie sin jugar.

Centrándonos en el día, hubo de todo. Frío y niebla por la mañana, la misma que relata Edgar Allan Poe en sus novelas y a partir de las 12, Sol y calor. Las numerosas capas de cebolla que llevábamos no cabían en las bolsas, pero si hay algo que a Lugo lo distingue de otros campos es el tributo que cobra en forma de bolas. Salir indemne de Lugo resulta casi imposible, ayer entre las 3 bolas que aportamos más las que dejamos en sus rios, regatos, lagos, etc. no bajaron de 6 por jugador. Calcular 3 perdidas por jugador no es exagerar. En alguno de sus lagos ya se hace pie apoyándose en las bolas. Pero que nadie sonría porque bola recuperada de un lago no tarda nada en volver, son hidrófilas.

No hubo sorpresa en el ganador Scracht, Alberto Campos, capitán de Augas Santas y gran conocedor del campo de Lugo, si la hubo en el ganador Hándicap, Antonio Lorenzo jugador de La Torre de Hércules. Tonecho forma parte de ese grupo de jugadores que pertenece a la Asociación sin poder participar en la Ruta do Viño por no estar su club entre los 11 equipos que la disputan pero que siempre está ahí, cuando la competición no lo excluye. En el segundo y tercer puesto quedaron dos jugadores de Campomar, José Manuel Pita y José Ángel García Montero. Dos clásicos de la Ruta que siempre están arriba.

Para comer nos desplazamos al restaurante del Club de Campo Las Bridas y pudimos observar sus magnificas instalaciones que dominan el río Miño y la Ciudad de Lugo. Su comedor, montado con gran gusto, nos encantó y la comida estuvo acorde con la instalación. Es una pena que tengamos que recurrir a estas soluciones, que entre otras cosas nos retrasan la comida, pero es una medida que seguiremos adoptando en determinadas circunstancias. Seguro que en visitas futuras a Lugo comeremos en el campo, que es donde nos gusta.

Hubo sorteo de lotes de Navidad y muchas felicitaciones. La Asociación, día a día, va adquiriendo más cuerpo, seguro que en el próximo año engordamos.

 

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