Juego subterráneo en Campomar

Esta semana nos tocó jugar el último par 3 de la Ruta. Los equipos que aspiran a ocupar los puestos altos de la clasificación se dejaron ver el lunes en Campomar, inspeccionando el terreno. Allí hubo representación del Rac de Santiago, Rois, Ría de Vigo y del Hércules. Todos tratando de descubrir las trampas del campo y de construir la mejor estrategia para salir de Campomar sin pinchazos.

Yo, que también estuve allí ese día, hice mi propio análisis del campo y pude anticipar a mis compañeros de equipo que una tarjeta de 27 puntos en Campomar sería una buena tarjeta. ¿Por que? Son varias las razones pero yo las enumeraría del siguiente modo: primero por que el campo nos afeita el slope que nos dan otros campos. La media de reducción de golpes con respecto a otros campos es de 4 golpes. La segunda razón, que son varias, es que tiene 3 hoyos complicadísimos, en concreto el 5, el 6 y el 8. El 5 porque tienes que escapar del out de la derecha y que el segundo golpe a green es muy exigente. Quizás lo más sensato sea quedarse corto porque si vas a por el green es muy posible que la valla del out atraiga tu bola y sino un bunker enorme en el que cabe la playa de Cobas con palmera y todo, y si alcanzas el green lo haces de paso antes de entrar en una pequeña selva.

hoyo8cEl hoyo 6 parece sencillo, sólo hay que colocar la bola larga y en el fondo de la calle, lo dicho sencillo. El problema es que si te quedas corto no puedes volar el lago con el segundo golpe, y menos si tienes el viento en contra como estos días, y si no vas recto te vas al bosque como Hansel y Gretel pero sin bruja y sin tiro por lo que olvídate de hacer el par. Si haces boggy puedes darte con un canto en los dientes.

El 8 es terrorífico. Tienes que hacer una salida de más de 200 metros para ver el green. Como tiras a escapar del out de la derecha terminas alejándote todavía más de la bandera y cuando doblas la esquina ves más lagos que en Finlandia y menos tierra que en la Polinesia. Quizás el campo debería de llamarse al revés Mar-campo.

En definitiva 3 hoyos complicadísimos que al tratarse de un campo de 9 hoyos tienes que pasar por ellos 2 veces, es decir 6 hoyos terribles. Pero no queda ahí la cosa, aún tiene que sumarle un par 3 y un par 4 larguísimos, el 9 y el 4 respectivamente, ¿Donde tienes posibilidades de hacer una buena tarjeta? Así que el que haya hecho 27 puntos o más, ha cumplido con creces, que le sume los 4 puntos del slope mermado y su tarjeta habrá sido muy digna.

Durante estos días la directiva de Campomar y los componentes de su equipo de la Ruta han tenido una actividad frenética. Sabían que iban a estar en el ojo de todos nosotros y querían que su campo no desmereciera con respecto a los otros campos de la Ruta. Han estado en reunión permanente la última semana y se han distribuido las tareas entre todos ellos. Como ejemplo diré que el martes, a primera hora, varios jugadores estaban “planchando” las múltiples toperas que tiene el campo y durante toda la jornada han estado en el campo ayudando a los jugadores de otros equipos y solucionando cualquier problema de infraestructura.

He mencionado de pasada el tema de las toperas y realmente este asunto merece un apartado especial. Podría decir que nunca había visto tanto topo junto pero mentiría por que no vi ninguno, pero doy fe que los hay y a cientos. El campo está minado es un queso gruyere. Tiene más galerías que el metro de Moscú y estadísticamente  es imposible que la bola de cualquier jugador no haya reposado en alguna topera. Si hubieran empleado a estos ejemplares en la construcción del AVE ya se habría inaugurado hace 2 legislaturas. Pero ojo que el campo estaba en muy buenas condiciones, quizás el rought un poco alto pero la culpa la tengo yo por no ir por donde hay que ir.

En el aspecto deportivo ganó el anfitrión, Campomar como no podía ser de otra forma. El martes pronostiqué que sacarían al segundo 20 puntos y fallé, sólo fueron 19. Su superioridad fue tan manifiesta que 4 de sus jugadores hicieron 30 puntos o más, cuando prácticamente la totalidad de los equipos no tuvieron ni una sola tarjeta con 30 puntos. Muy buena actuación de Juan Amado, Carlos Ferreiroa, Paco Alarcón y Ramón Peleteiro. Con este resultado le recortan al lider, el RAC de Santiago, 4 puntos quedando tan sólo a 2. Las 3 jornadas que nos quedan van a ser apasionantes.

De segundo quedó Rois. Jugaron con cabeza y aunque sus resultados no fueron espectaculares la tarjeta de Manuel Vilas con 36 puntos, los catapultó al segundo puesto. Continúan de terceros en la general pero con cierto colchón respecto al cuarto, Ría de Vigo.

Ría de Vigo acudió a Narón con toda su armada y no naufragó. Quizás el tercer puesto no les satisfaga pero está muy bien. Para navegar en Ferrol, por fuera do Cabo Prioriño, hay que ser muy experto y Ría de Vigo lo hizo. Muy buenas actuaciones de los Manueles, Muradas y Rodríguez.

El cuarto puesto fue para Chan do Fento. Hay que reconocer que el día estuvo barato ya que lo consiguieron con una sola tarjeta de 30 puntos, obtenida por Salvador Cores, pero ya dice el refrán que en el país de los ciegos el tuerto…

Los que si naufragaron en aguas ferrolanas fue el Rac de Santiago, alguna vez les tenía que tocar. Su quinto puesto, que para otras formaciones sería estupendo, seguro que no les ha llenado. Esa perdida de 4 puntos con respecto a Campomar les habrá escocido pero, los demás, se lo agradecemos ya que mantiene el interés de la Ruta hasta el final. Esta vez lo destacable es que Manuel Pais se quedó en 29 puntos, los mismos que obtuvo su capitán Pancho Ramos.

El sexto puesto fue para Augas Santas.  Visto lo visto y teniendo en cuenta que vienen de tierra adentro no estuvo mal el resultado. Buena actuación, como viene siendo habitual, de Manuel Vázquez que sumó 31 puntos.

La Toja quedó en séptimo lugar. Esta vez coincidieron en el equipo pistacho Fernando Leiro, Teresa Pajón y Rafael Gabeiras y se notó. Sin ser una actuación espectacular lograron un aceptable séptimo puesto que los aleja de los últimos puestos de la clasificación general.leon

De octavos quedaron los grajos del Hércules que no supieron adaptarse a las características del campo de Narón; que entre las 6 tarjetas puntuables tuvieran que incluir 2 de 24 puntos lo dice todo. La próxima prueba es precisamente en su campo y ahí no pueden fallar, si lo hicieran será difícil que estén entre los 6 primeros cuando acabe la Ruta.

El equipo de Miño quedó en noveno puesto. No parece muy lógico que los vecinos de Campomar ocuparan ese plaza cuando han jugado en muchas ocasiones en este campo pero el golf es lo que tiene.

Y los puestos 10º, 11º y 12º fueron para los equipos de Montealegre, Rac de Vigo y Mondariz, respectivamente. Ninguno de los 3 tuvo una actuación destacada, ni individual ni en equipo y por lo tanto no pudieron sumar muchos puntos.

Antes de la entrega de premios, Campomar nos ofreció una comida espectacular, sin duda la mejor de esta Ruta y de las anteriores. Sensacional y no penséis que no estaba preocupado por ella. El lunes, compartiendo juego con Carlos Ferreiroa, capitán de campo de Campomar, me contó que habían sacado varias docenas de topos vivos con el método de llenarles las galerías con agua. Hasta aquí todo normal. Pero al llegar a casa estuve investigando por internet sobre este animal y me encontré que se trata de un topo ibérico, y todos sabemos lo que es llevar este apellido. No cabía esperar nada con estos animales pero si llegan a darnos caza, yo no la hubiera comido.

Los suplementos dominicales nos han hecho mucho daño intentando meternos la cocina de diseño. Ferran Adriá, Karlos Arguiñano o Martín Berasategui nos enseñan a hacer la comida con las manos, con mucho color, calentada con un soplete y presentada en un plato enorme. Para hartarte necesitas una docena de platos y mucha pasta. Campomar lo consiguió de una forma sencilla, como nos gusta a los gallegos. Para empezar a los que tomamos una caña nos dieron con ella un trozo de empanada riquísimo. Ya en la comida, primero una tortilla de huevos, de los de verdad no de huevina, después ensaladilla y croquetas. De segundo una merluza de Cedeira, descargada en su lonja a las 4 de la mañana, rebozada en los mismos huevos que utilizaron para la tortilla y por último una carne asada riquísima. ¿Quién da más?

bolazoEn la entrega de premios muy bonitas las palabras de Rafael Gabeiras, jugador de La Toja, felicitando a los componentes de Campomar. Concretamente les dijo:” No sé como lográis todo esto cuando tenéis más topos que socios, os felicito.”

Yo lo hago de nuevo, especialmente a Manel Dopico, a Paco Alarcón y a Carlos Ferreiroa que son sus cabezas visibles, pero pueden estar muy contentos todos los componentes del “equipo” de Campomar, se lo han currado.

Y la anécdota de la jornada fue el bolazo que llevó el coche de Julio Codias. Estacionado en el aparcamiento situado a la derecha del hoyo 1 apareció con el impacto de una bola. En principio nadie sabía quién había sido y como para dar el parte a la compañía de seguros hay que conocer el autor del golpe tan desafortunado, pregunté en mi mesa si sabían de alguien que hubiera tirado una bola hacía allí y, efectivamente, me indicaron que un jugador de Ria de Vigo. Me fuí a la mesa de Ría de Vigo y pregunté ¿A quién se le fue una bola out por la derecha en hoyo 1? Y me contestaron, afirmativamente,  4 jugadores. Pero no sólo en esa mesa, en todas las mesas había alguien que le había ido la bola a aquel lugar. El tema se arregló sin mayor problema pero nos deja la moraleja de que no debemos estacionar el coche a tiro cuando hay tanto profesional en el campo.

Bueno ahora un descanso de una semana para dar un nuevo arreón en los campos del Hércules y de Meis. En estos 2 campos se decidirá mucho de la Ruta do Viño 2015. Pase lo que pase la Ruta está resultando un éxito en todos los sentidos. En este momento ya la hemos jugado 291 personas y, es de esperar, que superemos las 300 antes de llegar a Augas Santas.

Y por último la frase lapidaria:

“Mucha gente no cumple 80 años porque intenta quedarse mucho tiempo en los 40.”