Del 2 al 5 de septiembre hemos recibido la visita de la representación vasca de la Ruta do Viño, por cierto este año muy numerosa, 60 jugadores y 12 acompañantes, que decidieron visitar a Ribeira Sacra influenciados por Dolores Rendondo, ganadora del premio Planeta 2016 con la novela negra “Todo esto te daré”, en la que describe minuciosamente como son las tierras por las que fluye el río Sil cuando recorre los conocidos Cañones de su mismo nombre.
El día de la llegada de nuestros amigos vascos, cenamos en el Liceo de Orense, y fue un marco especial para poder abrazar a unos jugadores y sus acompañantes con los que ya llevamos 8 años confraternizando. Todos estábamos “estupendos”, para ninguno había pasado un año, como es norma en estos encuentros.
Al día siguiente jugamos en el magnífico campo de Montealegre que puso todo su interés para que todo resultara bien, como así fue y así comentaron los jugadores vascos. La competición se desarrolló con la modalidad Copa Canadá en donde las parejas estaban formadas por un vasco/a y un gallego/a registrándose resultados muy altos.
En los postres de la comida hubo canciones de todo tipo acompañados por un txistu y un acordeón que tocan, magistralmente, nuestros visitantes. Allí sonaron Canciones vascas y gallegas , cómo no? la Rianxeira y sobre todo el himno de la Ruta do Viño que le dio un calor a esta jornada que finalizó con una comba por las mesas.
El martes 4 los vascos tuvieron la oportunidad de visitar los cañones del Sil, no sin ciertas peripecias con uno de los autobuses que era un BIG de 16 metros y que el conductor se las vió y se las deseó para transitar por las angostas carreteras de la Ribeira pero los expedicionarios tuvieron la compensación de un paseo por el Sil en catamarán desde el que pudieron contemplar los cañones y sus terrazas en todo su esplendor en un día magnífico.
El día 5 jugamos en Meis, esta vez en modalidad Grensome y aunque la mañana se presentó fría, pudimos disfrutar de una magnífica jornada de golf, en un campo muy exigente en la que apareció el Sol mientras nosotros mezclábamos golpes magníficos con otros que no tienen calificativo. Después de una ducha masiva por la densidad de población en el vestuario y en donde nos pudimos conocer más íntimamente nos fuimos a comer a Meaño en el restaurante Casa Rodiño, en donde volvimos a tener un gran encuentro, esta vez ante un mantel, con premios a los mejores de las 2 jornadas que fue la pareja formada por Herran Salvidea y Lenzos Sebe y hubo regalos para todos los jugadores, bolas para los gallegos y 2 botellas de Rectoral de Amandi para los vascos. Más canciones y más abrazos fueron el colofón de estas magníficas jornadas compartidas con nuestros amigos vascos.
Aún falta un año pero ya estamos deseando devolver visita, te apuntas?